Y la bomba explotó el viernes, mientras conducía y ella iba a mi lado... Lo malo fue la inercia del día, pues ella se iba a Zacatecas y yo tenía que hacer unos trámites en ese momento.
Fue como si huyera de la explosión... y creo que no fue la opción más sensata. Hoy me siento inexplicablemente incómodo, sin miedo ni nerviosismo pero sin saber tampoco qué va a pasar, sin embargo es necesaria una plática larga y tendida.
Por lo pronto pasé un fin de semana que hubiera disfrutado aún más de no haber estado mi mente en otro lugar. Noches de espíritu alternativo, como las que acostumbrábamos los comunicólogos itesianos. Buena música, cerveza barata, mujeres guapas y ambientes underground, donde hasta el Santos estuvo presente.
De cualquier forma agradezco la compañía que se me brindó y las sonrisas que brotaron en mi rostro esas noches mientras compartíamos una cerveza.
2 comentarios:
Pues parece que aunque tuvimos la cabeza en mil lados los dos tuvimos un buen fin de semana... Yo por mi parte escupí el veneno que me tenía un poco aletargado y le di chanse a "uuuuuna miniiiiiiiita" (con acento argentino) de exorsisarme el fin de semana completo... ;)
Regresando a la platica que tuvimos hace poco... al final resulta mejor enojarse un día pero ser frontal, que dejar que un gesto, una actitud o cualquier conjetura te chingue la vida...
Espero esté todo mejor por allá
Saludos bro
Bai de güei moderfoquer... a ver cuándo posteas en mi blog mendigo!
saludos
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