Hoy amaneció nublado y, contrario a mi costumbre en días así, me levanté con el corazón apesadumbrado.
Sé que el estar enfermo contribuye a hacerme sentir mal, pero lo que me tiene incómodo es ese silencio a medias de ella. El saber desde hace 2 días que hay algo que la molesta pero que no me ha querido decir, me hace sentir incómodo y a la defensiva.
Hace rato estuve reflexionando al respecto y la verdad no sé cómo debo de reaccionar. Sinceramente estoy esperando el momento del choque: estoy todo tenso sujetando el volante, con el pie en el freno y esperando sentir el golpe... y no pasa nada.
Por su parte ella ha estado indiferente, como tratando de no darle importancia a mi actitud. Y sin embargo ayer reconoció saber que era porque no me había dicho nada...
Y esa distancia enorme que se abre a pesar de estar sentados a un lado del otro me fastidia, así que me levanté y me fui. No sé cómo jugar ese juego de apariencias y de estira y afloja, donde finges que no pasa nada y le sonríes al otro esperando... ¿esperando qué?
Me es difícil sostener ese escenario de tranquilidad y armonía con tal de evitar una discusión o un enojo. Y más cuando no sé qué es lo que hice ahora... jajajajaja. Justo cuando pensaba que todo iba muy bien.
Lo peor de todo es que a lo mejor es una tontería, pero por lo pronto estos últimos dos días estuve incómodo y preferí huir de ella a pesar de necesitarla tanto.
Y como dijo Sabines:
No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.
He andado con un humor de perros y cara de pocos amigos (un saludo a Katy que me lee muy bien con sólo verme) estos días. Lo bueno es que es fin de semana y hoy hay fiesta por la noche. Creo que es una buena oportunidad para reecontrarme con mis amigos y restarle importancia a los problemas...
Ya para el lunes que ella regrese de Zacatecas espero estar más relajado y con muchas ganas de verla, sin pronóstico de lluvias torrenciales por la tarde o por lo menos con un buen paraguas en la mano y ganas de mojarme los zapatos.
P.D. Saludos al buen Cachalote caribeño, con el que siempre es bueno platicar e intercambiar experiencias. Siempre aprendo algo nuevo.
viernes, 7 de julio de 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario