jueves, 31 de enero de 2008

Oasis

From CT

Carnaval

Con desfiles relacionados a la naturaleza, historia, mitología y leyendas, desde el pasado 6 de enero dieron comienzo las celebraciones del Mardi Gras en Nueva Orleans.

Según cálculos, más de un millón y medio de personas festejarán los excesos de la carne y el alcohol en el Mardi Gras de este año, previos a la celebración de la Cuaresma que inicia con el Miércoles de Ceniza.

Por su parte en Mazatlán los festejos del Carnaval comenzaron hoy con la coronación del Rey de la Alegría, al igual que en Veracruz, Morelos, Tlaxcala, Oaxaca y Campeche. Desfiles, mucho baile, música, máscaras y colorido llenan las calles en una celebración que terminará el próximo 6 de febrero.

Tal vez el carnaval más conocido alrededor del mundo sea el de Río de Janeiro, donde los majestuosos desfiles y la impresionante belleza de las mujeres brasileñas que danzan con el mínimo de ropa han dado la vuelta al mundo en infinidad de fotografías, videos e imágenes de noticieros.

Yo nunca he asistido a ningún carnaval, sin embargo siempre he tenido la curiosidad de disfrazarme y disfrutar de la fiesta. Aunque claro, si lograra reunir a un buen grupo de amigos la idea de usar un disfraz sería aún más divertida.

Aquí algunas fotos de uno de los carnavales que se celebran en España...



Tiempo, dinero y esfuerzo aplicados para lograr un buen resultado


Políticamente incorrectos sí, pero muy divertidos


Trabajo en equipo


miércoles, 30 de enero de 2008

Cantares

Hace rato, mientras conducía para acá, y mientras resonaba en mis oídos la voz de Joan Manuel Serrat cantando Cantares, me quedé reflexionando sobre si realmente nos damos cuenta de que estamos vivos.

La letra de la canción en algún momento habla de que si nos detenemos un momento y metafóricamente volteamos atrás, veremos la senda que nunca se ha de volver a pisar. Con eso bastó para hundirme en una reflexión sobre la existencia, nuestra existencia, sobre la vida, sobre mí vida, sobre el paso del tiempo y la importancia de lo que hacemos día a día.

Alguna vez leí en un libro de Carlos Castaneda algo que le había dicho Don Juan Matus, aquel chamán Yaqui que lo adoptó por discípulo. Don Juan le reclamaba el error común de los hombres de creerse inmortales, inmortales por el hecho de que no damos importancia a nuestros actos, a nuestras actividades cotidianas y a que siempre postergamos las decisiones importantes para después, como si estuviéramos seguros de que teníamos tiempo de sobra.

¿Qué tal que hoy fuera el último día de nuestras vidas? ¿Cuántas cosas dejaríamos inconclusas y cuántos anhelos, sueños, sin alcanzar?

¿Por qué tener que esperar a mañana? La vida sigue su curso inexorable, casi cruelmente, mientras nosotros vivimos un eterno y aparente presente. Tal vez sea momento de detenernos y mirar la senda que dejamos atrás, como dice la canción, pero más importante que eso, levantar la mirada y elegir el camino a seguir, ese que nos permitirá lograr lo que más deseamos por más difícil que sea.

A cada segundo, con cada minuto que nuestro reloj marca, la vida va quedando atrás y sólo nos queda luchar porque cada cosa que hacemos forme parte de un esfuerzo mayor, para ser mejor personas, mejores hermanos, hijos, amigos…

Hoy es el momento de empezar el cambio, en este instante. Es el momento ideal de despertar y sentirnos realmente libres, libres para luchar por lo que queremos para nosotros y para los demás que están en relación con nosotros.

Mientras haya vida, hay esperanza. Pero para lograrlo debemos de estar concientes y poner voluntad en nuestra lucha diaria.

martes, 29 de enero de 2008

Globos


Curiosamente el año pasado me invitó Alex Enríquez a viajar a León a acampar. El pretexto era asistir a una convención de globos aerostáticos que se iba a llevar a cabo, pero a la que finalmente no pude ir.

Este fin de semana me enteré que ese evento fue el Festival Internacional del Globo y, lo mejor de todo, que se celebra anualmente ahí en el Metropolitano. Así que ya estoy haciendo planes para esta vez poder asistir... ¿alguien se apunta?


Nota:
Ciertamente olvidé agradecer a mi queridísima Pillo por haberme hecho saber que el Festival Internacional del Globo se celebra cada año. Además me recomendó unas deliciosas tortas que, precisamente, están cerca del Metropolitano y que deberé probar la próxima vez que vaya.
Un beso Pillo y mi agradecimiento, como siempre.


Mucha carretera

Después de un fin de semana bastante ajetreado, con cambios imprevistos y mucha carretera de por medio, pude descansar la noche del domingo y la del lunes. Aunque ayer andaba todavía un poco desgastado.

Pero bueno. Después de haber viajado la noche del viernes hasta León y el sábado temprano hasta Salamanca, y después de los penosos trances de la misa y el pésame, ya de regreso en León pude disfrutar de un excelente domingo, lleno de sol y harta carne asada.

Y es que después de desayunar en casa de Miguel, el hermano mayor de Susana, hicimos consenso y nos dirigimos al Parque Metropolitano. Llegando, lo primero que hicimos fue rentar una bicicleta doble y, sin mayor trámite, Susana y yo nos pusimos a pedalear siguiendo las rutas trazadas a lo largo del parque.

Cabe mencionar que al principio nos costó bastante trabajo conservar el equilibrio sin dar tantas vueltas con el manubrio y, sobre todo, poder pedalear sincronizadamente para poder enfrentar las subidas del lugar. Pendientes que sufrimos todas las veces menos una, la única en la que pudimos llegar a la cima, todos agitados y sudorosos, pero muy sonrientes.

Después de haber comprado una bien merecida botella de agua, nos pusimos a descansar bajo la sombra de un árbol. Hasta entonces pude admirar a plenitud la belleza del lugar. Lo que más me gustó fue la presa, que con la tranquilidad de un lago, reflejaba cientos de colores en su superficie cuando el sol se proyectaba en ella.

Lanchas, árboles, muchos árboles, asadores, juegos infantiles, zona de camping, puestecitos de comida, un circuito para correr y otro para bicicletas y hasta un tren que recorre el lugar es lo que se puede encontrar en el Parque Metropolitano de León.

Poco después llegó la comida. Un poco de carbón, ocote y un cerillo bastaron para que el aire nos ayudara a prender las brasas y a asar la carne en un santiamén. Las quesadillas y las cebollitas desaparecían como por arte de magia mientras la arrachera adquiría el punto exacto, justo antes de ser reemplazada por el siguiente pedazo crudo que se asaba deliciosamente en el carbón.

Uno a uno, los sobrinos de Susana, sus hermanos y cuñadas, ella misma, su hermana, su mamá y finalmente yo, fuimos quedando satisfechos. La tarde en el parque culminó con una vuelta en el trenecito, mientras disfrutábamos de un algodón de azúcar.

Poco después, una vez recogidas las maletas, nos encontrábamos en carretera nuevamente pero ahora con dirección a Guadalajara mientras la tarde moría lentamente en el horizonte...







jueves, 24 de enero de 2008

iBlade

No cabe duda que la tecnología sigue avanzando a pasos agigantados. Aquí una pequeña muestra de lo que la imaginación bien aplicada puede lograr.

Genial para esas noches de campamento, o los fines de semana en la playa cuando estás tirado en la hamaca leyendo.




miércoles, 23 de enero de 2008

Cambios de última hora

Estos días he andado seco en cuanto a ideas. Justo cuando me he sentado frente al monitor... zas, la mente en blanco. Incluso quité las últimas entradas que había publicado. Será que no me terminaban de convencer.

Pero bueno, puedo platicarles que hoy llegó el buen Cachalote a Guadalajara. Así que la idea es que dentro de algunos momentos emigre de la oficina para compartir una cerveza con él y con Hugo antes de ir a descansar. Es lo malo de que sea miércoles. Atrás quedaron aquellas veladas que terminaban en azul, como dice el comercial.

También puedo decirles que la tan planeada excursión para ir a pescar y a acampar se ha cancelado de manera sorpresiva. Sí, este fin de semana íbamos a ir a una presa que está saliendo de Guadalajara (no recuerdo el nombre) por allá por la salida a Tonalá y la idea era quedarnos a dormir ahí.

Pero resulta que van a operar a la mamá de Susana en León y pues habrá emigración de sus hijos para allá y yo con ellos. Así que o lo hacemos para el otro fin, o se pospone indefinidamente. Y es que el próximo fin (que coincide con el puente del 05 de febrero) mi madre quiere que vayamos a Querétaro.

Total, ya teníamos las cañas y el equipo listo. Ya estaban apuntados los inges y unos compañeros suyos de Telcel, Luz la amiga de Susan, mi cuñado, su esposa y las dos niñas, pero nada. Que la noticia llegó hoy por sorpresa.

Por lo pronto no me queda mas que esta noche disfrutar de una cerveza sin mayores preocupaciones. El tiempo hará que las cosas se acomoden en su lugar y si hay que viajar, pues viajaremos. Si no, pues nos iremos de campamento.

viernes, 18 de enero de 2008

Billete

Recuerdo que cuando era pequeño me gustaba encontrar dinero tirado en la calle. En aquel tiempo lo común era encontrar monedas de 20 centavos, de aquellas que traían la efigie de Madero y funcionaban perfectamente para hablar por teléfono. Ya sé, ya llovió...

Bueno, el caso es que era la onda porque se suponía que era de buena suerte. Lo mejor de todo era cuando encontrabas una moneda de más valor o hasta un billete. Podías considerarte rico y comprar muchos dulces.

Con el tiempo las cosas cambiaron y después de las devaluaciones ya hasta me daba flojera levantar del suelo cualquier moneda menor a un peso. Incluso actualmente odio las monedas de 10 y de 20 centavos, que aparte de horribles sólo hacen bulto y no puedo comprar nada con ellas. Eso de andarlas juntando y después cambiarlas por pesos me da harta flojera.

El caso es que hoy me sucedió algo curioso. Hoy me encontré un billete de 50 pesos que iba muy triste rodando por la calle a merced del viento. Pero lo curioso no es eso, sino que iba manejando cuando lo ví.

Iba circulando por Juan Palomar y Arias rumbo a Naciones Unidas, justo después de cruzar las vías del tren y antes del tope, cuando de reojo lo vi rodar por el suelo. Yo creo que ni lo pensé, simplemente me orillé, me bajé del carro y me regresé por él. Todavía alcanzaron a pasar varios carros, pero sí, era un billete de 50 pesos que muy alegremente me embolsé. Ya después me dio risa que pudiera verlo y sobre todo mi reacción de detenerme a levantarlo. Creo que no hubiera hecho lo mismo por una moneda.

Eso me recordó un chiste, por cierto. Resulta que entra un regiomontano al baño y justo cuando terminó sus necesidades y al estarse abrochando el pantalón, se le cae un billete de 20 pesos al fondo de la taza. Sin querer dejarlo ahí, pero sin animarse a meter la mano, se busca rápidamente en el bolsillo y arroja un billete de 100 pesos. "Por 20 pesos no meto la mano ahí, pero por 120..." Saca sus dos billetes y se va muy contento.





"El Banco de México pagará a la vista del portador..."
Así decían antes los billetes, hasta hoy me fijé que la leyenda desapareció.


miércoles, 16 de enero de 2008

Máscara vs. Cabellera

Después de tanto tiempo por fin mi foto del perfil perdió la máscara. Lo malo es que si la ven parece que también perdí la cabellera… jajajajaja.

En fin, mientras no llegue otra foto mejor o cambie de opinión, mis queridos visitantes podrán verme tal cual soy. Ahora ya podrán reconocerme cuando de repente nos encontremos en algún barecillo, pero eso sí, aviso desde ahorita que no doy autógrafos ni mando fotos por correo, así que no insistan.

(Mentadas y reclamaciones sólo en horario de oficina y vía correo electrónico).

Saludos!

Emmanuelle




martes, 15 de enero de 2008

Cigarro...

Hoy fue un día pesado en el trabajo, tanto que salí tarde y con dolor de cabeza. Para colmo en la mañana, al vestirme, dejé mi cartera y mi dinero en el otro pantalón. Claro que no me di cuenta sino hasta que metí el carro al estacionamiento. Afortunadamente un compañero me invitó el desayuno.

Incluso cuando salí de trabajar traía dolor de cabeza, tanto que decidí fumarme un cigarro mientras conducía. Y es que afortunadamente no suelo fumar mas que en reuniones y fiestas o cuando salgo a echarme una cerveza. El caso es que siempre fumo cuando estoy tranquilo y disfrutando de un buen momento de descanso, por eso me alivianó bastante.

De hecho nunca fumo entre semana. El último me lo fumé el domingo mientras festejábamos el cumpleaños de mi hermano en casa de mi madre. Fue un festejo pequeño, con muy pocos invitados, algunos de Televisa y otros de Telcel, pero nos la pasamos muy bien. Mi madre preparó sus famosos tacos queretanos que fueron un éxito rotundo entre los comensales, tanto que nadie pudo dejar de pedir más.

Y es que la idea era chiquear a Michel, pues le encantan esos tacos. Así que mi madre y Nancy, mi hermana, se afanaron en la cocina ayudadas por Susana y por mí. Los tacos en sí son muy sencillos de hacer, pero son entretenidos.

Básicamente son tacos dorados (doblados no enrollados) de barbacoa de borrego, de esa que se prepara con pencas de maguey en un hoyo en la tierra. Después se les agrega lechuga picada, papitas y zanahorias cortadas en cuadritos (cocidas y sofritas), rábanos en rebanadas, queso adobera desmenuzado y, lo más importante, una salsa de molcajete hecha de chiles asados y jitomate con un poquito de ajo para darle sabor. El chiste es que acompañados de una cerveza helada son la onda, nada más no le digan a mi madre que les di la receta… jejeje.

La tarde transcurrió entre pláticas, chistes, música y juegos de baraja, aunque al final el jefe de mi hermano nos puso a cantar mientras él tocaba la guitarra. Claro que durante toda la tarde me di mis escapadas para fumar de vez en cuando.

Y es que siempre que tengo una cerveza en la mano o un café, se me antoja mucho un cigarro. Ha habido noches en que, ayudado eso sí, una cajetilla nueva termina por desaparecer al final de la reunión. Afortunadamente puedo pasar dos o tres semanas sin sentir la necesidad de la nicotina. Soy fumador social, pues.






Mis mejores vibras hasta el sur, para que la nubecilla negra se disipe pronto del horizonte, trayendo nuevos bríos y días luminosos. Un abrazo.

lunes, 14 de enero de 2008

De regreso

Por fin, después de tanto tiempo, pude sentarme nuevamente a escribir.

En estos momentos me parece que pasaron eternidades desde la última vez que publiqué algo, será tal vez que el fin y el principio de año fueron días muy movidos, llenos de actividades que me hubiera gustado mucho registrar en el blog.

Afortunadamente el año pinta bien, con proyectos nuevos en puerta. Y aunque mis nuevas actividades laborales distan mucho de lo que hice por cuatro años en el Consejo, estoy tranquilo y a gusto con mis nuevos compañeros. Claro que no podía faltar el prietito en el arroz y desafortunadamente estuve muy alejado del ciberespacio.

Por eso espero ponerme al día lo antes posible con mi correo y con todo lo que ustedes han publicado en sus blogs. Por lo pronto les dejo saludos junto con mis mejores deseos (atrasados sí, pero muy sinceros) para este año que ya llegó a la mitad de su primer mes.

Que tengan una excelente semana...