miércoles, 6 de agosto de 2008

Calvario

Hoy fui a donar sangre y contrario a las veces anteriores, fue un calvario burocrático que nos tuvo a mi hermano y a mi esperando más de 7 horas para poder lograrlo.

Todo empezó temprano, pues me levanté antes de las 6 de la mañana para así poder estar en el Banco de Sangre del Centro Médico de Occidente desde que abrieran y poder llegar a tiempo a trabajar.

La sorpresa fue que cuando llegamos había una multitud de personas esperando hacer lo mismo, así que de fila en fila y esperando hora tras hora, nos entregaron nuestra ficha, luego una papeleta que teníamos que llenar con nuestros datos y los del paciente, esperar a que nos tomaran la presión, esperar a que nos entrevistara un médico, esperar a que nos tomaran la muestra de sangre, esperar los resultados preliminares y, finalmente, pasar a donar...

El trámite completo nos tomó toda la mañana y ni él ni yo pudimos ir a trabajar. Eso sí, mientras nosotros nos moríamos de hambre, a eso de las 11 am. los doctores y enfermeras no tuvieron empacho en suspender actividades y ponerse a desayunar. Claro, a nadie le gusta malpasarse.

Finalmente, Michel y yo terminamos desayunando el mísero sandwich y la naranjada (lo admito, nos supo a gloria) que nos dieron cerca de las 2 de la tarde. Así que cuando finalmente nos entregaron las papeletas correspondientes, decidimos ir a comer unos sabrosos camarones para terminar de llenarnos.



Tomando una muestra de sangre


El que espera desespera

Se fue, para nunca volver

La maquinita que cuida que la sangre no se coagule

Los refrigerios

Mi brazo con la venda que me psuieron


1 comentario:

Pillo dijo...

te digo que el IMSS es deprimente, deprimente....