Hay días en que me gusta desempeñar el papel de reportero, ya sea porque el evento en cuestión es muy interesante (un concierto o una exposición), porque reviste cierto glamour y el trato hacia la prensa mejora considerablemente (la Muestra de Cine) o, finalmente, porque me rodeo de amigos y conocidos de los medios.
Ayer fue uno de esos días, ayer estuve en el “hache” Congreso del Estado para tomar algunas fotos y de pronto me encontré rodeado de caras conocidas: ex compañeros de la carrera y del trabajo, con los que la plática ocasional y trivial alivió el buen rato que estuve de pie.
Además, es curioso situarse detrás del telón, atrás de las cámaras y reflectores y poder ver no sólo las reacciones del público sino a los propios actores en el desarrollo de la ‘obra’.
Claro que los mejores eventos son aquellos donde además hay brindis de honor, pues suele haber bocadillos y vinito tinto... además de una que otra edecán de buen ver.
Por cierto que la foto la tomé durante una entrevista que le hicieron al presidente del Supremo Tribunal de Justicia, donde se alcanza a ver a los reporteros, las cámaras y grabadoras y hasta al guarura que no pierde detalle de lo que sucede alrededor.
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