martes, 23 de enero de 2007

La Profecía

No recuerdo cuándo la escuché por primera vez, pero fue hace mucho mucho tiempo... cuando aún era un chaval.

Aquella voz y la manera tan curiosa de pronunciar las cosas entrecortadas siempre me llamó la atención. Después supe que la mujer se llamaba Nati Mistral y que lo que recitaba era un poema andaluz.

Muchos años han pasado y aún resuena en mis oídos aquella voz diciendo...


"Y me bendijo mi mare.
Diez céntimos le dí a un pobre
y me bendijo mi mare.
Ay, qué limosna tan chiquita,
qué recompensa tan grande."






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