Con decirles que no bien acababa de regresar de Puerto Vallarta manejando después de comer el mejor pescado zarandeado de mi vida (mala idea porque me venía durmiendo) y de haber sorteado los tramos de lluvia intensa en la noche (se hizo de noche) y de haber dejado en sus respectivas casas a un fotógrafo y a mi jefe (mi jefe no maneja estándar), llegué a la mía después de las 11:30 pm. hecho polvo.
Lo bueno es que pude dormir en mi cama y levantarme un poco tarde. Aunque después de hacer el monitoreo dominical de los periódicos locales, de ir a ver a Susana que llegaba de Zacatecas (8 pm.) y de ir a misa con ella, tuve que volver a hacer maleta para salir a Querétaro por mi fe de bautizo y mi boleta de confirmación que no había conseguido todavía. Así que a las 5:45 am., debidamente bañado y peinado, había dejando el carro en el estacionamiento de la oficina e iba en un taxi rumbo a la central de autobuses porque el camión salía a las 6:30.
He aquí el motivo de mi queja: lo que en otras circunstancias hubiera sido un bello paseo cultural, minuto a minuto se tornaba en una lucha contra la burocracia divina. Ese lunes en Querétaro, habiendo llegado a las 11 de la mañana, visité un total de 8 diferentes parroquias y templos tratando de obtener los dichosos papeles.
Me traían de un lado para otro, sufriendo por no conocer las ubicaciones (¿por qué me tenían que bautizar en Querétaro?) y por los horarios extraños: “No joven, no es aquí. Tiene que ir a Santa Clara, pero abren de 5 a 8 pm.”; “No se va a poder, la encargada de los libros no está y su suplente no conoce el manejo, mejor dése una vuelta mañana martes” y yo con sólo un día de permiso para hacer los trámites…
Lo bueno es que finalmente, en la última iglesia que visité pudieron darme mi fe de bautizo con la anotación marginal de mi fecha de confirmación. Bendito sea Dios, por fin lograba superar la santa burocracia y así, sólo faltaba el regreso a Guadalajara a las 4.30 de la mañana. Justo a tiempo para irme a casa a bañar, cambiar y entrar a trabajar otra vez.
Hoy, justo hoy, es la presentación en la tarde. Todavía no me he tomado las fotografías para las amonestaciones, pero por lo menos ya tengo el famoso papelito y los testigos listos. Aunque el nombre de mi mamá está incompleto y mi apellido materno está mal escrito (ya saben, le pusieron Z en vez de S) espero sinceramente no tener problemas… sería capaz de patearlos…. Jajajajajaja.
Aunque no hice fila, esta imagen busca representar la burocracia.
1 comentario:
lo del pescadín zarandeado qué ricura!! lo de la fila y la burocracia y el cansancio... damnd!!
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