domingo, 29 de junio de 2008

Santa noche

El sábado fue día de antojos... el primero de ellos hizo su aparición cerca de las 5.30 pm. cuando el desayuno tardío cedió finalmente frente al hambre vespertina y tomó forma de un Rib Eye acompañado de papa al horno y fetuccini Alfredo en el Outback Steakhouse de Plaza Galerías.

Satisfecho a más no poder y de una manera por demás deliciosa, hizo su aparición el segundo antojo de la tarde: una bebida espirituosa que pusiera broche de oro a la comida. Sin embargo, dos cervezas heladas en el Funiculá mientras Hugo y Caroline cenaban no fueron suficientes, así que dirigimos nuestros pasos a La Santa, donde finalmente unos Absolut tonic mitigaron el calor y el antojo...









2 comentarios:

Pillo dijo...

uy que nostalgia me dio La Santa..chale....

Anónimo dijo...

saludos
E.