Hoy en la mañana no quería gastar en el estacionamiento y por querer ahorrarme los cuarenta y dos pesos que me cobran, me pusieron una multa. Ora sí que me salió el tiro por la culata.
Ahí tienen ustedes que salgo muy tranquilo de trabajar en la tarde y… ¡zas!, una espantosa multa del H. Ayuntamiento de Guadalajara en mi parabrisas. Por si fuera poco, nada más ni nada menos que por la módica cantidad de $544.00 pesos, ¡hágame usted el favor! ¡Pareciera que compré la esquina donde me estacioné o por lo menos la renta de todo un mes!
¿Alguien tiene idea de cómo puedo evitar el pago? Digo, ni que me hubiera tardado tanto… jajaja.
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2 comentarios:
hasle como yo que arrugo todas mis multas y las tiro a la basura como si no existieran...jajajaja..mal consejo I know...
¡Chispas! ¿Será posible? Me dan miedo los intereses... jajajaja.
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