Llegué más tranquilo a mi habitación. Mi cuarto frío y oscuro me dio la bienvenida en la noche, justo antes de encender la luz y la televisión mientras me preparaba para dormir. Me dormí de inmediato y desperté antes de lo que hubiera querido, pero el sonido de la alarma me urgía a levantarme.
De camino al trabajo estuve pensando en ella, en que iría rumbo a no sé qué lejano pueblito a visitar no sé qué olvidado juzgado, envuelta en una chamarra y dormitando, mientras la camioneta se alejaba de Guadalajara.
Me molesté con ella anoche. Su actitud logró exasperarme, sobre todo después de una tarde y una cena tranquilas. El camino de regreso a su casa transcurrió en completo silencio y apenas y nos despedimos.
A veces creo que sería mejor si controlara mejor sus reacciones, claro que ejercitar mi paciencia ayudaría también. Sin embargo a veces siento que estira demasiado la liga, tal vez pensando que nunca se va a romper o que aguanta demasiado.
Comunicación. Comunicación, inteligencia y mucha paciencia. Alguna vez se lo decía a un buen amigo y creo que es tiempo de que yo también lo aplique.
viernes, 17 de noviembre de 2006
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