miércoles, 28 de marzo de 2007

Más cambios...

Después de varios días de advertencia, hoy por fin nuestra área de trabajo en el Consejo dejó de ser nuestra.

No tuve ni chance de echarle un último vistazo a la calle desde nuestra ventana, de un momento a otro hicieron su aparición dos diablitos y 6 cargadores que, sin mayor tiento, desalojaron el espacio que utilizábamos desde octubre del año pasado.

Y tal como lo tenían planeado los señores de Servicios Generales, todas nuestras cosas (computadoras, escritorios, sillas, archiveros y demás) fueron depositadas en nuestra nueva oficina a pesar de ser más pequeña.

Bien dicen que todo cabe en un jarrito sabiéndolo acomodar y así fue, sin embargo, el ‘pero’ no se hizo esperar y de la manera más irónica posible: ¿y nosotros qué?

Sí, todo quedó en el nuevo lugar, pero como vil bodega: cajas encima de los escritorios, y todo amontonado, de tal manera que no podemos ni pasar de la puerta.

Obviamente tampoco tenemos conexiones eléctricas ni acceso a internet ni líneas telefónicas ni nada… tan sólo polvo, polvo blanco (yeso) de tabla roca por todos lados y la promesa de que nos van a ampliar el espacio de trabajo.

No quisiera ser tan exigente, pero ¿no era posible ampliar el espacio antes de mover nuestras cosas? ¿era imposible notar que no íbamos a caber?

Claro que media mañana nos la pasamos vagando de un lado a otro, visitando oficinas de otras áreas mientras llegaba la hora de la salida, pues aunque no podíamos trabajar tampoco podíamos irnos.

En fin, en estos casos es mejor no hacer bilis, hay ciertas mentalidades contra las que uno no puede hacer nada.


El templo de San Agustín visto desde mi ventana

lunes, 26 de marzo de 2007

El buen Alex

Entre una y otra de mis múltiples actividades laborales que me mantienen ocupado todo el día (ajá), el día de hoy pude vagar por el ciberespacio de blog en blog, hasta que encontré finalmente la última entrada publicada por Sardina… y la verdad me reí como enano con su ironía y desfachatez.

Ojalá les guste como a mí, que estaba en mi lugar tratando de contener las carcajadas…

martes, 20 de marzo de 2007

Fin de semana

Después de muchos planes y cambios al itinerario, por fin terminó el tan esperado primer fin de semana largo del año.

La intención de salir de campamento quedó sepultada por la mala organización, que al final de cuentas, terminó llevándonos cerca de Villa Corona, Jalisco, al pie de una laguna donde pasamos una tarde sabatina muy relajada, con chelas frías y carnitas, dominó y creepy stories bajo la luz de las estrellas.








El domingo por su parte transcurrió lento, caluroso, con música de Nick Cave and The Bad Seed de fondo, mientras los tequilas fríos sudaban en mi mano consecutivamente.

Para finalmente el lunes, despertar tarde y desganado, mientras las horas sin ella desfilaban lentamente a mi alrededor. Lunes de contrastes, pues terminé recorriendo el parque Rubén Darío en ropa deportiva mientras maldecía todos los cigarros fumados que me entrecortaban el aliento a cada vuelta.

jueves, 15 de marzo de 2007

Arte y Religiosidad



En todas las obras que se respeten hay una. Las más simples, de tablas rústicas. A veces con guirnaldas de plástico, pero siempre buscando la protección divina para los laboriosos chalanes…

En esta ocasión la creatividad de algún artista desconocido, maestro de la mezcla y la cuchara grande, me sorprendió mientras caminaba por Eulogio Parra.

Cuidadosamente detallado hasta en la corona de espinas…

De permanencia y exhibición


Definitivamente me declaro un blogadicto. Últimamente me la he pasado brincando de uno a otro sucesivamente siempre en busca de algo nuevo, visitando de tanto en tanto aquellos que me han gustado.

Y es que he encontrado unos francamente malos y otros muy muy buenos, en unos he tenido la oportunidad de ‘conocer’ gente que ni siquiera está en el círculo social en el que deambulo cotidianamente.

En otros casos he tenido la oportunidad de explorar sensibilidades desconocidas y aspectos personales de gente que suelo encontrarme ocasionalmente en alguna fiesta o reunión y con quienes apenas he intercambiado un saludo.

Lo más curioso es que en cada blog entablo una especie de diálogo mudo. Con cada entrada escrita, con cada pensamiento plasmado en la pantalla me siento transportado a la mesa de algún café con esa persona, como si me hablara exclusivamente, convirtiéndome en un confidente, como si fuera una plática pendiente que me esperaba desde que fue escrita.

He aprendido, he reflexionado, me he maravillado y me he reído enormidades con las fotos, anécdotas y notas publicadas; incluso las lágrimas escritas han encontrado eco en las mías propias y han servido de aliento ante las situaciones de la vida que sigue su ritmo inexorablemente…

Y como casi nunca dejo un comentario mis visitas siguen siendo desconocidas en su mayoría para todos aquellos que han abierto sus páginas en mi pantalla… al igual que sucede, creo, con quienes ocasionalmente visitan el mío.

Cuestiones propias de quienes gustamos de la permanencia y la exhibición, según leí una vez en un blog.

miércoles, 14 de marzo de 2007

Sin ella

Lentamente la tristeza
se mete en mis huesos.
Un suspiro,
clavado en mi pecho,
oprime mi corazón
y ahuyenta el sueño de mis ojos

martes, 13 de marzo de 2007

Retroalimentación


Sueño y sed.

Mucho sueño y mucha sed, de hecho.

Y a pesar de las ojeras y del desgaste físico estoy bien, estoy en paz. Creo que la plática de ayer con Lety me ayudó bastante. Fue una especie de terapia donde pude decir todo lo que realmente siento.

Tal vez porque me hacía falta escuchar un punto de vista femenino, en especial de alguien que me conociera bien y que no fuera condescendiente conmigo. Y fue, por mucho, la mejor plática que he tenido con ella en mucho tiempo.

Varias Cucapás y Tijuanas oscuras fueron nuestras comparsas nocturnas, mientras la música con claras influencias inglesas resonaba en el casi vacío Red Pub.

Las dudas, certezas, esperanzas y metas de los dos fueron desmenuzadas y analizadas por turnos. Mi propia entereza me sorprendió, al igual que a ella, y notar su crecimiento personal ganado en este tiempo de no vernos me dio mucho gusto.

Después los recuerdos itesianos hicieron su aparición, repasando las vicisitudes de una amistad que se ha fortalecido con el paso del tiempo y donde la distancia o la ausencia física no sido obstáculo para sentirnos cerca.

Una buena noche y un excelente inicio de semana al calor de unas cervezas.

lunes, 12 de marzo de 2007

Crónicas del Desencanto - Parte 4

Todo lo que inicia tiene un final...

viernes, 9 de marzo de 2007

A prueba de escépticos

Lo mejor del chilango reunido en un solo lugar.

Interesante, didáctico, divertido, ágil, inteligente… la mejor manera de conocer el DF desde la óptica de quienes viven en él.

http://comunidadchilango.blogspot.com/

jueves, 8 de marzo de 2007

Vuelo vespertino


Cierro los ojos. Extiendo mis brazos y lentamente emprendo el vuelo a través de mi ventana.

El viento acaricia suavemente mi rostro, la ciudad empequeñece y escucho el murmullo de las hojas moviéndose cuando paso cerca de los árboles.

Sonidos citadinos se aglomeran en mis oídos, pero decrecen conforme subo hacia el azul infinito…

Felicidad.

Libertad…

Abro los ojos. El cursor parpadeante en el monitor de mi computadora me da la bienvenida.

El vuelo ha terminado.

Crónicas del Desencanto - Parte 3

Demasiadas ideas en mi cabeza.

Días de cambios a mi alrededor, cambios en mi trabajo, en mi dinámica familiar y en mi relación con Susana.

El amor como único bastión cae abatido con la metralla de la duda, en la guerra contra la incredulidad y el cinismo.

“No seas patético” - increpaba al diablito el sábado pasado cuando manifestaba nostalgia frente a un vaso de cerveza. Hoy mi otro yo me increpa con el mismo tono y me aleja de la melancolía.

Ante las posibilidades, ante los cambios fuera de mi control lo único que puedo intentar manejar son mis reacciones, mi estado de ánimo.

Me descubrí hace unos días muy alejado de aquel Jorge que me gustaba ser. Me descubrí más gordo y calvo, sin ese brillo en los ojos que tenía hace años cuando miraba al mundo y veía todo lo que podía lograr. Sumido en una rutina de vida simple y llana. Con una dinámica familiar alterada, minada por la falta de comunicación y en una relación sentimental donde poco a poco mis certezas caen abatidas ante la inexorable rudeza de la realidad.

Anhelo la libertad de reconstruirme cada día, de reinventarme. De sonreír y de maravillarme, de disfrutar cada momento como si fuera la primera vez.

Quiero brincar de la cama con ganas de comerme al mundo, no de levantarme y ver el mismo rostro cansado en el espejo…

Es tiempo de cambios, sí. Pero también es tiempo de decisiones. Es tiempo de volver a soñar y de reencontrar esa ilusión por vivir, por obtener más de lo que la vida ofrece por sí sola.

Es tiempo de reencontrarme.

lunes, 5 de marzo de 2007

Crónicas del Desencanto - Parte 2

En lo que el mundo falto de amor y saturado de violencia termina por sucumbir, he decidido empezar un cambio radical en mí…

Para empezar bajaré de peso y para ello necesito cambiar mis hábitos alimenticios: menos carne roja, más frutas y verduras, cero cigarro de una vez por todas, nada de cerveza (??!!) aunque sí un poco de Vodka Tonic de vez en cuando para evitar caer en la radicalidad…

Junto con eso estableceré una rutina de ejercicio diario que incluirá el salir a correr para fortalecer mi sistema cardiovascular y algo de pesas para el desarrollo muscular.

Ejercicio y más ejercicio…

Ya después, cuando tenga un cuerpo atlético y bien desarrollado me veré obligado a cambiar mi guardarropa, pues mi ropa actual será muy floja de la cintura y apretada de la espalda y los brazos. Aunque definitivamente nada de camisetas sin mangas y ropa de mal gusto, como acostumbra la generalidad de descerebrados musculosos que solemos encontrarnos con el ego hinchado.

Y bueno, muchos de ustedes se preguntarán el por qué de mi decisión tan radical y aparentemente falta de sentido, pero las necesidades de un mundo cambiante me están orillando a eso.

Para cuando la hambruna y los cataclismos arrasen con la humanidad, los pocos que hemos de sobrevivir será a partir del principio de la selección natural, del más apto.






Para ese entonces espero tener una condición física excelente que me permita desplazarme fácilmente por entre los edificios derrumbados y los restos apocalípticos de la ciudad en busca de comida y agua. Los músculos desarrollados me permitirán sostener encarnizadas batallas para defender lo mío y asegurar mi subsistencia.

Claro que siempre existe la posibilidad de que esto nunca suceda, en ese caso espero poder gozar de una vejez más saludable y plena. Con una mejor calidad de vida en los últimos años de mi vida.

Crónicas del Desencanto - Parte 1


A veces me parece que el mundo se desmorona, que se cae a pedazos inexorablemente y que sólo por cuestiones casi casi milagrosas se sostiene en su lugar.

Guerras, incendios, bombazos, plagas, miseria, riqueza asquerosamente impensable de unos pocos, inundaciones, contaminación, degradación ecológica…

Y el mundo no termina por sucumbir.

¿Habrá un mañana luminoso para nosotros?

¿O tendremos que resignarnos (estúpidamente) a vivir en situaciones cada vez más extremas?

Sin agua potable, sin aire limpio, sin bosques ni mares, ni sol tibio… envueltos en guerra y en odios raciales y religiosos…

A veces el desencanto se apodera de mí, a veces el cinismo rige mis palabras y encamina mis pensamientos.

Sin embargo muy en el fondo brilla una pequeña luz, la esperanza que representa el amor como solución a mis problemas, a los problemas del mundo…

Ese amor que nos ayuda a olvidarnos de nosotros mismos para buscar el bienestar de los demás, de nuestros seres amados.

Ese es el pequeño milagro que sostiene al mundo de caer de una vez por todas. Ese amor que, de multiplicarse, haría de nuestro mundo un paraíso.