martes, 13 de marzo de 2007

Retroalimentación


Sueño y sed.

Mucho sueño y mucha sed, de hecho.

Y a pesar de las ojeras y del desgaste físico estoy bien, estoy en paz. Creo que la plática de ayer con Lety me ayudó bastante. Fue una especie de terapia donde pude decir todo lo que realmente siento.

Tal vez porque me hacía falta escuchar un punto de vista femenino, en especial de alguien que me conociera bien y que no fuera condescendiente conmigo. Y fue, por mucho, la mejor plática que he tenido con ella en mucho tiempo.

Varias Cucapás y Tijuanas oscuras fueron nuestras comparsas nocturnas, mientras la música con claras influencias inglesas resonaba en el casi vacío Red Pub.

Las dudas, certezas, esperanzas y metas de los dos fueron desmenuzadas y analizadas por turnos. Mi propia entereza me sorprendió, al igual que a ella, y notar su crecimiento personal ganado en este tiempo de no vernos me dio mucho gusto.

Después los recuerdos itesianos hicieron su aparición, repasando las vicisitudes de una amistad que se ha fortalecido con el paso del tiempo y donde la distancia o la ausencia física no sido obstáculo para sentirnos cerca.

Una buena noche y un excelente inicio de semana al calor de unas cervezas.

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