lunes, 5 de marzo de 2007

Crónicas del Desencanto - Parte 1


A veces me parece que el mundo se desmorona, que se cae a pedazos inexorablemente y que sólo por cuestiones casi casi milagrosas se sostiene en su lugar.

Guerras, incendios, bombazos, plagas, miseria, riqueza asquerosamente impensable de unos pocos, inundaciones, contaminación, degradación ecológica…

Y el mundo no termina por sucumbir.

¿Habrá un mañana luminoso para nosotros?

¿O tendremos que resignarnos (estúpidamente) a vivir en situaciones cada vez más extremas?

Sin agua potable, sin aire limpio, sin bosques ni mares, ni sol tibio… envueltos en guerra y en odios raciales y religiosos…

A veces el desencanto se apodera de mí, a veces el cinismo rige mis palabras y encamina mis pensamientos.

Sin embargo muy en el fondo brilla una pequeña luz, la esperanza que representa el amor como solución a mis problemas, a los problemas del mundo…

Ese amor que nos ayuda a olvidarnos de nosotros mismos para buscar el bienestar de los demás, de nuestros seres amados.

Ese es el pequeño milagro que sostiene al mundo de caer de una vez por todas. Ese amor que, de multiplicarse, haría de nuestro mundo un paraíso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡¡¡¡viejito yo voto por ti de presidente!!! pero ya no me hagas llorar...porque tienes toditita la razón