martes, 5 de febrero de 2008

Gracias!

No cabe duda que Dios es grande y misericordioso. Hoy me di cuenta de que dejé el carro sin seguros (las dos puertas) y sin alarma… y no me faltó nada ni se lo llevaron.

Así se quedó toda la noche de ayer y mediodía de hoy, tal vez porque venía cansado de manejar de regreso desde Querétaro y ya quería dormir.

Como me fui en la mañana con Susana al trabajo, pues no me di cuenta sino hasta que regresé a comer y justo cuando ya me venía para acá.

2 comentarios:

Pillo dijo...

Así es el angel de la guarda, que padre...

Anónimo dijo...

sí! la neta... qué suerte corriste... espero que pronto nos veamos! un besote! chao!