Hay veces que caminar por el centro de la ciudad es algo realmente deprimente. Acabo de regresar de una breve caminata y fue suficiente para que me encontrara con una ancianita encorvada que, parada en una esquina, pedía lastimeramente una limosna para poder comer.
Unas calles más adelante me encontré con un matrimonio entrado en años que llevaban en la mano una plantilla de transvales. Lo dramático del asunto era notar que los dos eran ciegos y que la mujer se aferraba al brazo de su esposo (el único con bastón especial) para poder caminar con soltura.
Carajo, es en momentos como esos que muy dentro de mi, gritando de impotencia, le miento su madre a todos los políticos hijo de puta, que enfundados en sus trajes Armani viven rodeados de lujos y guaruras, sin ver la realidad ni las condiciones de nuestra gente y no promueven políticas sociales más justas. Eso sin contar los aumentos injustificados de la canasta básica…
Bueno, después de vaciar un poco de mi amargura y coraje, les comparto que conseguí boletos para el espectáculo de WaterWall en el Auditorio Telmex de hoy por la tarde. Un poco de colorido y alegría para deshacer los entripados.
jueves, 27 de septiembre de 2007
miércoles, 26 de septiembre de 2007
Música!
He bajado mucha música durante los últimos días. Demasiados discos en tan poco tiempo y casi no he escuchado nada, tan sólo unas cuantas canciones durante el horario de trabajo, pero me falta mucho por escuchar.
Y es que encontré unos links buenísimos para descargar álbumes completos y de una gran variedad de artistas. Discos nuevos, discos clásicos, propuestas novedosas… y los archivos de mp3 se empiezan a acumular en mi disco duro.
Lo más importante ahora es llevar al depa mi viejo estéreo para poder reproducirlos con calma. Chance y un sillón que le haga juego para poder dedicar unas cuantas horas al placer de escuchar. Ya les contaré.
Y es que encontré unos links buenísimos para descargar álbumes completos y de una gran variedad de artistas. Discos nuevos, discos clásicos, propuestas novedosas… y los archivos de mp3 se empiezan a acumular en mi disco duro.
Lo más importante ahora es llevar al depa mi viejo estéreo para poder reproducirlos con calma. Chance y un sillón que le haga juego para poder dedicar unas cuantas horas al placer de escuchar. Ya les contaré.
How Bush became the new Saddam
“Cómo se convirtió Bush en el nuevo Saddam” es el tema principal de la revista canadiense Maclean de esta semana. En la portada aparece George Bush vestido como Saddam Hussein e incluye una dura crítica a la política estadounidense que ha convertido a Irak en “una deprimente Sherezade, con diez mil noches de historias de horror. Todo el mundo tiene una” según palabras del periodista Patrick Graham, quien vivió durante dos años en aquel país.
martes, 25 de septiembre de 2007
Efemérides
Me imagino que se morían por saber que:
Un día como hoy, pero de 1493 Cristóbal Colón partió a su segundo viaje rumbo a América desde Cádiz. Un día como hoy, pero de 1926 Henry Ford anuncia la semana laboral de cinco días por semana, ocho horas por día (eres grande Henry!).
Y que el día de hoy cumple 39 años Will Smith, 38 la escultural Catherine Zeta Jones y 63 su (feliz) esposo Michael Douglas. Christopher Reeve por su parte, cumpliría 55 años de no haber muerto en el 2004.
Un día como hoy, pero de 1493 Cristóbal Colón partió a su segundo viaje rumbo a América desde Cádiz. Un día como hoy, pero de 1926 Henry Ford anuncia la semana laboral de cinco días por semana, ocho horas por día (eres grande Henry!).
Y que el día de hoy cumple 39 años Will Smith, 38 la escultural Catherine Zeta Jones y 63 su (feliz) esposo Michael Douglas. Christopher Reeve por su parte, cumpliría 55 años de no haber muerto en el 2004.
lunes, 24 de septiembre de 2007
De noche
Manejar de noche a Maruata es toda una experiencia. Hacía un año y nueve meses que no transitaba esa carretera y era la primera vez que lo hacía en la oscuridad total… tratando de mantener la dirección correcta en cada curva, mientras la lluvia golpeaba el parabrisas y mi espacio se reducía debido a los camiones de carga en sentido contrario que invadían mi carril.
Cerati, indiferente a todo, seguía cantando quedamente su amor amarillo. Los kilómetros se alargaban en la oscuridad mientras la lluvia iba quedando atrás, hasta que las luces del expendio de cerveza al pie de carretera nos indicaron que, por fin, el viaje había concluido.
Maruata de noche. El cielo estrellado, sin luna y sin nubes nos dio la bienvenida. Un solitario foco en la enramada cortaba la oscuridad, permitiéndonos armar las casas de campaña e inflar el bendito colchón de aire que nos brindó una noche de descanso inigualable.
Esta vez no hubo Scrabble(*), en su lugar la baraja dominó la primer noche, mientras disfrutaba de un Camel y la brisa nocturna.
La mañana trajo un puñado de tortillas recién hechas, huevos a la mexicana con frijoles refritos y la primer cerveza del día. El sol en todo su esplendor nos acompañó en el recorrido por las playas, mientras constatábamos que el lugar estaba desierto a excepción de dos parejas que viajaban juntos.
Sentados bajo una enramada disfrutamos de la charla de mediodía mientras las cervezas sudaban en nuestras manos. Incluso mi antojo de ocasión, incitado por las alegres notas musicales, fue colmado con una nieve de coco y fresa frente al mar.
Pulpo, camarones y pescado dorado para la comida, regados con abundante cerveza helada hicieron necesaria una siesta vespertina en la hamaca. Y cuando llegó la noche, el dominó hizo su aparición para acompañar la botella de vodka y los cigarros.
El domingo llegó demasiado pronto. El campamento desapareció después del desayuno y lentamente, sin ganas, emprendimos el regreso a casa.
La carretera lucía diferente, enmarcada por la abundante vegetación que brillaba bajo el sol, mientras el mar se asomaba ocasionalmente a nuestra izquierda. Incluso una iguana perezosa nos hizo aminorar la velocidad una vez, mientras continuaba parsimoniosa su camino sobre el asfalto.
Maruata, la misma palabra, un mismo lugar y un nuevo significado añadido. Tal vez sea cierto que todo tiempo pasado fue mejor.
(*) Cachalotl: has de ser remalo, por eso te burlas, méndigo.
Cerati, indiferente a todo, seguía cantando quedamente su amor amarillo. Los kilómetros se alargaban en la oscuridad mientras la lluvia iba quedando atrás, hasta que las luces del expendio de cerveza al pie de carretera nos indicaron que, por fin, el viaje había concluido.
Maruata de noche. El cielo estrellado, sin luna y sin nubes nos dio la bienvenida. Un solitario foco en la enramada cortaba la oscuridad, permitiéndonos armar las casas de campaña e inflar el bendito colchón de aire que nos brindó una noche de descanso inigualable.
Esta vez no hubo Scrabble(*), en su lugar la baraja dominó la primer noche, mientras disfrutaba de un Camel y la brisa nocturna.
La mañana trajo un puñado de tortillas recién hechas, huevos a la mexicana con frijoles refritos y la primer cerveza del día. El sol en todo su esplendor nos acompañó en el recorrido por las playas, mientras constatábamos que el lugar estaba desierto a excepción de dos parejas que viajaban juntos.
Sentados bajo una enramada disfrutamos de la charla de mediodía mientras las cervezas sudaban en nuestras manos. Incluso mi antojo de ocasión, incitado por las alegres notas musicales, fue colmado con una nieve de coco y fresa frente al mar.
Pulpo, camarones y pescado dorado para la comida, regados con abundante cerveza helada hicieron necesaria una siesta vespertina en la hamaca. Y cuando llegó la noche, el dominó hizo su aparición para acompañar la botella de vodka y los cigarros.
El domingo llegó demasiado pronto. El campamento desapareció después del desayuno y lentamente, sin ganas, emprendimos el regreso a casa.
La carretera lucía diferente, enmarcada por la abundante vegetación que brillaba bajo el sol, mientras el mar se asomaba ocasionalmente a nuestra izquierda. Incluso una iguana perezosa nos hizo aminorar la velocidad una vez, mientras continuaba parsimoniosa su camino sobre el asfalto.
Maruata, la misma palabra, un mismo lugar y un nuevo significado añadido. Tal vez sea cierto que todo tiempo pasado fue mejor.
(*) Cachalotl: has de ser remalo, por eso te burlas, méndigo.
viernes, 21 de septiembre de 2007
Viaje en puerta
Maruata. La misma palabra, un mismo lugar y tantos significados.
Durante los años itesianos era el lugar ideal para viajar a la aventura, mochila en hombro y disfrutar de las cervezas heladas y las fiestas animadas con tambores a la luz de las fogatas. Subsistíamos comiendo sopas instantáneas y bolsas de sabritas.
Después las expectativas cambiaron, buscábamos alejarnos de la rutina laboral y descansar tirados en una hamaca. La comodidad era primordial y la compañía más selecta. Disfrutábamos de los pequeños placeres gastronómicos locales.
Pero la última visita fue la mejor. Disfruté muchísimo del viaje, de la compañía. No teníamos prisa, hicimos paradas imprevistas y cambiamos el itinerario a nuestro antojo. Y al llegar, la playa semivacía nos regaló momentos de quietud y juegos de scrabble.
Hoy nuevamente viajo para allá. Las circunstancias han cambiado y todo será diferente. Un nuevo significado está a punto de añadirse a la misma palabra…
Durante los años itesianos era el lugar ideal para viajar a la aventura, mochila en hombro y disfrutar de las cervezas heladas y las fiestas animadas con tambores a la luz de las fogatas. Subsistíamos comiendo sopas instantáneas y bolsas de sabritas.
Después las expectativas cambiaron, buscábamos alejarnos de la rutina laboral y descansar tirados en una hamaca. La comodidad era primordial y la compañía más selecta. Disfrutábamos de los pequeños placeres gastronómicos locales.
Pero la última visita fue la mejor. Disfruté muchísimo del viaje, de la compañía. No teníamos prisa, hicimos paradas imprevistas y cambiamos el itinerario a nuestro antojo. Y al llegar, la playa semivacía nos regaló momentos de quietud y juegos de scrabble.
Hoy nuevamente viajo para allá. Las circunstancias han cambiado y todo será diferente. Un nuevo significado está a punto de añadirse a la misma palabra…
Palomitas a la francesa
Ayer en la noche fuimos a la premiere de una excelente película que se exhibe dentro del 11° Tour de Cine Francés en Cinépolis Galerías.
La película en cuestión es Ne le dis à personne (No le digas a nadie) del Director Guillaume Canet y fue una muy agradable sorpresa el encontrarme con un thriller policiaco muy bien desarrollado.
La cinta muestra a Alex, un médico atormentado por la violenta muerte de su esposa a pesar de haber transcurrido ya, ocho años. La relativa paz en la que vive se desvanece cuando un buen día recibe por correo electrónico un video anónimo donde aparece su mujer y al mismo tiempo la policía lo acusa de asesinato…
Si bien la película tiene escenas de acción muy alejadas de los grandes presupuestos gringos, el ritmo y el excelente manejo de cámara mantienen al espectador al borde del asiento. Una excelente oportunidad para disfrutar de buen cine y alejarse de la típica ‘propuesta’ norteamericana.
jueves, 20 de septiembre de 2007
Anticastrista
Taquiza
Estaba escuchando con asombro la opulencia con la que vive el Presidente(?) Fox en su pequeño rancho en Guanajuato: lago, venados, agaves, caballos...
Y el asombro se debe, no al origen de los millones invertidos en convertirlo en un paraíso, ni en los recursos estatales y federales gastados en ampliar la carretera y en instalar drenaje y alumbrado público, no. Sino en la desfachatez y el descaro de mostrarlo, de presumirlo en una revista de sociales…
Pero no digo más, aquí les dejo la columna de Guadalupe Loaeza publicada el día de hoy en el periódico Mural. Yo pongo las tortillas, que alguien traiga la salsita y el aguacate.
Comer chicharrón
Guadalupe Loaeza
20 septiembre 2007
¿Verdad, Vicente, que lo bailado ya nadie no los quita? Como bien dices tú, "aquellos que dicen que esta propiedad es producto de dinero robado o del dinero que nos dejó la presidencia tendrán que comer chicharrón". ¡Qué envidiosa es la gente en México! Bastó un pequeño reportaje sin importancia de nuestro rancho en la revista Quién, para que todo el mundo se nos volviera a echar encima. Hasta la revista Proceso, de esta semana, hizo gran escándalo. Pero, ¿sabes qué?, en el fondo me dan risa todas esas críticas. Son tan infantiles, tan poco fundamentadas... Lo que sucede es que no soportan vernos tan felices y tan enamorados. No soportan el hecho de que nos hubiéramos organizado tan bien después de Los Pinos. ¿Qué pensaban, que al terminar el sexenio nos íbamos a quedar con los brazos cruzados? ¿Qué íbamos a vivir en una casucha de interés social? ¿Qué terminaríamos huyendo del país o ocultándonos? Créeme, Vicente, que antes de aceptar que vinieran los de Quién, lo pensé mucho, pero después reflexioné y me dije que lo mejor era que la opinión pública supiera la forma tan sencilla en que vivimos; la manera tan sana y tan común y corriente que se desarrolla nuestra vida en el campo. Créeme que acepté el reportaje sin ningún afán de protagonismo. Lo hice tan de buena fe. En realidad lo que quería era mostrar, en primer lugar, tu proyecto y que no vivimos en medio de tanta opulencia como se dice. Quería que todo el mundo descubriera cuán cerca estamos de la naturaleza y cómo ahora, gracias a Dios, tenemos tiempo para nadar, montar a caballo, gozar de nuestras 300 hectáreas y leer... Quería gritar a los cuatro vientos que aunque nos podemos dedicar a una vida tranquila nos sentimos vivos, jóvenes, fuertes y con mucha energía y que con tu pensión de 205 mil 122.06 pesos podía hacer milagros. ¿Verdad, Vicente, que sería muy egoísta de nuestra parte no compartir con los demás todas estas bendiciones que hemos recibido del Señor? Como bien le dijiste al reportero de la revista, Alberto Tavira Álvarez: "Marta y yo tenemos la conciencia tranquila porque no hemos engañado ni robado a nadie y mucho menos al erario". Y yo agregaría que también mis hijos tienen la conciencia tranquila. A ti te consta, el trabajo que les ha costado de hacerse de un pequeño capital. Ay, Vicente, nunca entenderé por qué insisten en atacarnos tanto. Hagamos lo que hagamos, invariablemente, terminan por criticarnos. Ni modo, es el precio que tenemos que pagar por haberle hecho tanto bien a México a lo largo de seis años. Sinceramente no entiendo por qué les enojó tanto el reportaje de la revista... Y eso que no dejé que fotografiaran nuestros walking closets con sus zapateras ni nuestra cocina tipo industrial ni las cabañas para los invitados ni la cava con las mejores reservas de vino ni el gimnasio ni las habitaciones de los muchachos ni las caballerizas ni las cocheras ni mi despensa ni el enorme lago donde hay tantos pescaditos ni los vestidores de la piscina ni nuestra recámara principal ni los baños ni los patos ni los venados ni los pavos reales ni las terrazas ni los patios interiores ni el breakfast ni tampoco los establos, el sembradío de agave azul, los estanques con cientos de miles de litros de agua y mucho menos los plantíos donde cultivamos brócoli, papa y maíz. Ay, Vicente, me temo lo que siempre he temido, que nos tienen envidia. Nos odian porque no hemos cambiado y seguimos viviendo como en Los Pinos. ¿A poco criticaron a Ronnie y a Nancy Reagan, como nos critican a nosotros, cuando salieron de la casa Blanca y se fueron a su rancho de California?
Pero dejémonos de todas esas malas vibraciones y pensemos en relajarnos. Así, relajarnos y relajarnos... ¡Qué hombre tan guapo!... ¿quiere usted bailar conmigo? ¿Me regala un besito? ¿Se quiere usted casar conmigo por la Iglesia, como Dios manda para que recibamos aun más bendiciones? Mire, cómo me tengo que parar de puntitas para darle sus besitos. ¿Verdad que usted no extraña para nada Los Pinos? ¿Verdad que vivimos mejor en el rancho que allá? A ver, a ver... ¿Quién fue el mejor presidente de México? ¿Quién llevó al país a la transición? ¿Quién sacó a los priistas de Los Pinos? ¿Quién salvó a México de su peor enemigo Andrés Manuel López Obrador? ¿Quién hizo que ganara Felipillo? ¿Quién quiere a su cisne, a la señora Marta y a su única primera dama? ¿Quién es la pareja de conferencistas mejor pagada del país? Y, ¿quién sigue siendo presidente de la República Mexicana? Usted, usted y nadie más que usted.
Ya en serio, Vicente, aunque estamos muy contentos disfrutando de nuestro rancho, tenemos que seguir adelante con nuestros proyectos. Acuérdate que para este año todavía te faltan 30 conferencias, más seis que daremos conjuntamente con los temas de libertad, honestidad, transparencia, democracia, migración y liderazgo. No podemos fallar, acuérdate que nos pagan en dólares y en euros. No te olvides que todavía nos falta terminar de construir el centro de estudios, biblioteca y tu museo donde se encontrará toda la información y cada una de tus acciones de tu gobierno. ¡Qué bueno que te trajiste de Los Pinos al rancho los documentos oficiales, fotos, videos, tus discursos y todos los regalos que nos hicieron... Pero lo más importante fue que te hubieras traído todos los documentos referentes al desafuero. No hay nada como la transparencia. ¡Treinta millones de documentos para consulta en línea! Eso sí no se los podías dejar... Tu centro será el tesoro del saber... Ni modo, no nos dio tiempo de dejar un registro. ¿Qué no se darán cuenta el lío que es cambiarse de casa? ¿Quién va a estar pensando en dejar un registro? Y ahora nos salen que la ley castiga con penas de dos a siete años de prisión el delito de sustracción de documentos de oficinas federales. ¡Están locos! Imagínate, aún no he desempacado mil 500 cajas que están guardadas en los sótanos del rancho. No sé cuándo voy a tener tiempo, con todo lo que me falta por hacer para Vamos México. Tania Castillo está terminando los estados financieros. ¿Verdad, Vicente, que no ceso de trabajar con amor y pasión, pero sobre todo con honestidad? ¿Verdad que mi misión es construir y siempre servir a los demás? ¿Verdad que lo único que me interesa es trabajar por mis hermanos indígenas y a favor de la dignidad de las mujeres?
¡Qué digan misa, Vicente! Como bien le dijiste al reportero, hay que vivir la vida intensamente, cabalgar todo el tiempo, porque aquel que no está en movimiento, empieza a morir. Ése es nuestro pensamiento fundamental. Mejor vámonos a montar a caballo al cerro con Vicentito... y olvidarnos de todo... Porque lo bailado ya nadie nos lo quita…
gloaeza@yahoo.com
Y el asombro se debe, no al origen de los millones invertidos en convertirlo en un paraíso, ni en los recursos estatales y federales gastados en ampliar la carretera y en instalar drenaje y alumbrado público, no. Sino en la desfachatez y el descaro de mostrarlo, de presumirlo en una revista de sociales…
Pero no digo más, aquí les dejo la columna de Guadalupe Loaeza publicada el día de hoy en el periódico Mural. Yo pongo las tortillas, que alguien traiga la salsita y el aguacate.
Comer chicharrón
Guadalupe Loaeza
20 septiembre 2007
¿Verdad, Vicente, que lo bailado ya nadie no los quita? Como bien dices tú, "aquellos que dicen que esta propiedad es producto de dinero robado o del dinero que nos dejó la presidencia tendrán que comer chicharrón". ¡Qué envidiosa es la gente en México! Bastó un pequeño reportaje sin importancia de nuestro rancho en la revista Quién, para que todo el mundo se nos volviera a echar encima. Hasta la revista Proceso, de esta semana, hizo gran escándalo. Pero, ¿sabes qué?, en el fondo me dan risa todas esas críticas. Son tan infantiles, tan poco fundamentadas... Lo que sucede es que no soportan vernos tan felices y tan enamorados. No soportan el hecho de que nos hubiéramos organizado tan bien después de Los Pinos. ¿Qué pensaban, que al terminar el sexenio nos íbamos a quedar con los brazos cruzados? ¿Qué íbamos a vivir en una casucha de interés social? ¿Qué terminaríamos huyendo del país o ocultándonos? Créeme, Vicente, que antes de aceptar que vinieran los de Quién, lo pensé mucho, pero después reflexioné y me dije que lo mejor era que la opinión pública supiera la forma tan sencilla en que vivimos; la manera tan sana y tan común y corriente que se desarrolla nuestra vida en el campo. Créeme que acepté el reportaje sin ningún afán de protagonismo. Lo hice tan de buena fe. En realidad lo que quería era mostrar, en primer lugar, tu proyecto y que no vivimos en medio de tanta opulencia como se dice. Quería que todo el mundo descubriera cuán cerca estamos de la naturaleza y cómo ahora, gracias a Dios, tenemos tiempo para nadar, montar a caballo, gozar de nuestras 300 hectáreas y leer... Quería gritar a los cuatro vientos que aunque nos podemos dedicar a una vida tranquila nos sentimos vivos, jóvenes, fuertes y con mucha energía y que con tu pensión de 205 mil 122.06 pesos podía hacer milagros. ¿Verdad, Vicente, que sería muy egoísta de nuestra parte no compartir con los demás todas estas bendiciones que hemos recibido del Señor? Como bien le dijiste al reportero de la revista, Alberto Tavira Álvarez: "Marta y yo tenemos la conciencia tranquila porque no hemos engañado ni robado a nadie y mucho menos al erario". Y yo agregaría que también mis hijos tienen la conciencia tranquila. A ti te consta, el trabajo que les ha costado de hacerse de un pequeño capital. Ay, Vicente, nunca entenderé por qué insisten en atacarnos tanto. Hagamos lo que hagamos, invariablemente, terminan por criticarnos. Ni modo, es el precio que tenemos que pagar por haberle hecho tanto bien a México a lo largo de seis años. Sinceramente no entiendo por qué les enojó tanto el reportaje de la revista... Y eso que no dejé que fotografiaran nuestros walking closets con sus zapateras ni nuestra cocina tipo industrial ni las cabañas para los invitados ni la cava con las mejores reservas de vino ni el gimnasio ni las habitaciones de los muchachos ni las caballerizas ni las cocheras ni mi despensa ni el enorme lago donde hay tantos pescaditos ni los vestidores de la piscina ni nuestra recámara principal ni los baños ni los patos ni los venados ni los pavos reales ni las terrazas ni los patios interiores ni el breakfast ni tampoco los establos, el sembradío de agave azul, los estanques con cientos de miles de litros de agua y mucho menos los plantíos donde cultivamos brócoli, papa y maíz. Ay, Vicente, me temo lo que siempre he temido, que nos tienen envidia. Nos odian porque no hemos cambiado y seguimos viviendo como en Los Pinos. ¿A poco criticaron a Ronnie y a Nancy Reagan, como nos critican a nosotros, cuando salieron de la casa Blanca y se fueron a su rancho de California?
Pero dejémonos de todas esas malas vibraciones y pensemos en relajarnos. Así, relajarnos y relajarnos... ¡Qué hombre tan guapo!... ¿quiere usted bailar conmigo? ¿Me regala un besito? ¿Se quiere usted casar conmigo por la Iglesia, como Dios manda para que recibamos aun más bendiciones? Mire, cómo me tengo que parar de puntitas para darle sus besitos. ¿Verdad que usted no extraña para nada Los Pinos? ¿Verdad que vivimos mejor en el rancho que allá? A ver, a ver... ¿Quién fue el mejor presidente de México? ¿Quién llevó al país a la transición? ¿Quién sacó a los priistas de Los Pinos? ¿Quién salvó a México de su peor enemigo Andrés Manuel López Obrador? ¿Quién hizo que ganara Felipillo? ¿Quién quiere a su cisne, a la señora Marta y a su única primera dama? ¿Quién es la pareja de conferencistas mejor pagada del país? Y, ¿quién sigue siendo presidente de la República Mexicana? Usted, usted y nadie más que usted.
Ya en serio, Vicente, aunque estamos muy contentos disfrutando de nuestro rancho, tenemos que seguir adelante con nuestros proyectos. Acuérdate que para este año todavía te faltan 30 conferencias, más seis que daremos conjuntamente con los temas de libertad, honestidad, transparencia, democracia, migración y liderazgo. No podemos fallar, acuérdate que nos pagan en dólares y en euros. No te olvides que todavía nos falta terminar de construir el centro de estudios, biblioteca y tu museo donde se encontrará toda la información y cada una de tus acciones de tu gobierno. ¡Qué bueno que te trajiste de Los Pinos al rancho los documentos oficiales, fotos, videos, tus discursos y todos los regalos que nos hicieron... Pero lo más importante fue que te hubieras traído todos los documentos referentes al desafuero. No hay nada como la transparencia. ¡Treinta millones de documentos para consulta en línea! Eso sí no se los podías dejar... Tu centro será el tesoro del saber... Ni modo, no nos dio tiempo de dejar un registro. ¿Qué no se darán cuenta el lío que es cambiarse de casa? ¿Quién va a estar pensando en dejar un registro? Y ahora nos salen que la ley castiga con penas de dos a siete años de prisión el delito de sustracción de documentos de oficinas federales. ¡Están locos! Imagínate, aún no he desempacado mil 500 cajas que están guardadas en los sótanos del rancho. No sé cuándo voy a tener tiempo, con todo lo que me falta por hacer para Vamos México. Tania Castillo está terminando los estados financieros. ¿Verdad, Vicente, que no ceso de trabajar con amor y pasión, pero sobre todo con honestidad? ¿Verdad que mi misión es construir y siempre servir a los demás? ¿Verdad que lo único que me interesa es trabajar por mis hermanos indígenas y a favor de la dignidad de las mujeres?
¡Qué digan misa, Vicente! Como bien le dijiste al reportero, hay que vivir la vida intensamente, cabalgar todo el tiempo, porque aquel que no está en movimiento, empieza a morir. Ése es nuestro pensamiento fundamental. Mejor vámonos a montar a caballo al cerro con Vicentito... y olvidarnos de todo... Porque lo bailado ya nadie nos lo quita…
gloaeza@yahoo.com
martes, 18 de septiembre de 2007
Amebiasis
Y así de pronto: dolor, mucho dolor de estómago. Las manos frías y con sensación de cosquilleo en la punta de los dedos. Debilidad, sudor frío, palidez… y mucho mucho dolor de estómago.
Durante una hora experimenté un terrible dolor intermitente en la boca del estómago, hasta que por fin llegó el médico y me consultó, pues yo no podía levantarme de donde estaba tirado. Una inyección después y el dolor empezó a desvanecerse.
“Nada de grasas, nada de irritantes, ni salsas por los próximos dos días. Puedes comer pollo e incluso carne roja, pero sin nada de grasa, a la parrilla…”
Por lo pronto me siento mejor, ya me tomé el medicamento recetado y por los próximos días cuidaré minuciosamente mi alimentación. Incluso la leche y el yogurt tendrán que ser “bajos en grasa”.
Lo bueno es que se acerca la hora de salida y podré irme a descansar a mi casa. Tengo que ponerme bien para el viernes, pues de acuerdo a lo planeado, Maruata será anfitrión de nuestro próximo fin de semana…
Durante una hora experimenté un terrible dolor intermitente en la boca del estómago, hasta que por fin llegó el médico y me consultó, pues yo no podía levantarme de donde estaba tirado. Una inyección después y el dolor empezó a desvanecerse.
“Nada de grasas, nada de irritantes, ni salsas por los próximos dos días. Puedes comer pollo e incluso carne roja, pero sin nada de grasa, a la parrilla…”
Por lo pronto me siento mejor, ya me tomé el medicamento recetado y por los próximos días cuidaré minuciosamente mi alimentación. Incluso la leche y el yogurt tendrán que ser “bajos en grasa”.
Lo bueno es que se acerca la hora de salida y podré irme a descansar a mi casa. Tengo que ponerme bien para el viernes, pues de acuerdo a lo planeado, Maruata será anfitrión de nuestro próximo fin de semana…
jueves, 13 de septiembre de 2007
miércoles, 12 de septiembre de 2007
Lluvia
martes, 11 de septiembre de 2007
Encuentros
Hace seis años, mientras recorría el camino entre el depa donde vivía y mi trabajo, me encontré casualmente con una amiga. Teníamos años sin vernos y platicamos brevemente después del abrazo de rigor.
Recuerdo que lo primero que me dijo fue que estaba muy triste porque uno de sus sueños no se iba a realizar jamás. Cuando le pregunté por qué, Angélica me explicó que un avión se acababa de estrellar en una de las Torres Gemelas de Nueva York y que ya no las podría visitar.
Después nos despedimos y desde entonces no la he vuelto a ver. Hoy podría decirle que tenía mucha razón: ese mismo día, un poco más tarde, se estrellaría un segundo avión en la otra torre con los resultados que todos conocemos.
Hace seis años de eso y el mundo nunca volvería a ser el mismo. Seis años y todavía recuerdo esa mañana…
Recuerdo que lo primero que me dijo fue que estaba muy triste porque uno de sus sueños no se iba a realizar jamás. Cuando le pregunté por qué, Angélica me explicó que un avión se acababa de estrellar en una de las Torres Gemelas de Nueva York y que ya no las podría visitar.
Después nos despedimos y desde entonces no la he vuelto a ver. Hoy podría decirle que tenía mucha razón: ese mismo día, un poco más tarde, se estrellaría un segundo avión en la otra torre con los resultados que todos conocemos.
Hace seis años de eso y el mundo nunca volvería a ser el mismo. Seis años y todavía recuerdo esa mañana…
jueves, 6 de septiembre de 2007
Sueños
Eterno resplandor...
El martes volví a ver la película Eternal sunshine of the spotless mind y nuevamente me conmovió al grado de no poder reprimir algunas lágrimas.
Realmente es una película genial, de las mejores que he visto. Qué decir del guión, de la fotografía y los efectos visuales… además de la actuación de Jim Carrey en un papel muy muy humano.
Lo más curioso de todo es que me la dieron, sin pedirla y sin conocerla, hace ya algún tiempo. Recuerdo que aquella tarde llegó una ex con dos DVD’s y me los entregó: eran dos películas que había que entregar al videoclub y me preguntó si las quería ver antes.
Hacía poco que habíamos terminado, y yo me había suscrito con la dirección de su antiguo departamento, ese departamento que dejó cuando sus roomates emigraron fuera de Guadalajara al terminar sus respectivas carreras.
Reflexionando sobre eso decidimos que no era necesario devolverlas, además elogiaba mucho el trabajo de Charlie Kaufman. Obviamente nunca las devolví y nunca más regresamos a ese videoclub. Bueno, por lo menos yo no lo hice.
Desde aquella vez quedé fascinado e identificado con la trama, por eso la tengo en un lugar especial entre mis películas. Ampliamente recomendable para quien no la haya visto aún.
Realmente es una película genial, de las mejores que he visto. Qué decir del guión, de la fotografía y los efectos visuales… además de la actuación de Jim Carrey en un papel muy muy humano.
Lo más curioso de todo es que me la dieron, sin pedirla y sin conocerla, hace ya algún tiempo. Recuerdo que aquella tarde llegó una ex con dos DVD’s y me los entregó: eran dos películas que había que entregar al videoclub y me preguntó si las quería ver antes.
Hacía poco que habíamos terminado, y yo me había suscrito con la dirección de su antiguo departamento, ese departamento que dejó cuando sus roomates emigraron fuera de Guadalajara al terminar sus respectivas carreras.
Reflexionando sobre eso decidimos que no era necesario devolverlas, además elogiaba mucho el trabajo de Charlie Kaufman. Obviamente nunca las devolví y nunca más regresamos a ese videoclub. Bueno, por lo menos yo no lo hice.
Desde aquella vez quedé fascinado e identificado con la trama, por eso la tengo en un lugar especial entre mis películas. Ampliamente recomendable para quien no la haya visto aún.
Drama por venir
Eso de casarse no siempre trae cosas buenas, y es que resulta que con eso de los preparativos de la boda y del cambio de domicilio, más la llegada de visitas familiares, tuve muy poco tiempo para mover mis cosas al departamento.
De hecho alcancé a hacer muy pocos ‘viajes’ de acarreo, tan sólo parte de mi ropa, discos, libros y enseres de aseo personal. Lo demás sigue en mi antigua habitación junto con algunos libros y papeles que van desde actas de nacimiento y estados de cuenta hasta mis recibos de nómina del trabajo.
Y he aquí el meollo del asunto, hace unos días cuando hice repaso mentalmente de las cosas importantes o de valor que había dejado en casa de mi madre, fui inmediatamente a recoger mi iPod y algunas otras cosas que logré hallar, porque obviamente todo estaba fuera de su lugar después de un (fatídico) reacomodo materno que envió directamente a la basura algunas facturas, recibos, tarjetas de presentación y diversos post it con anotaciones importantes para mí. Todo con el afán de dejar la habitación lista para recibir huéspedes.
Lo malo (pésimo, mejor dicho) es que mi madre tiene la asombrosa capacidad de convertir en basura todo aquello que llega a sus manos y que no tenga utilidad práctica para ella. Así, se han ido a la basura desde aparatos telefónicos en buen estado, hasta refacciones automotrices y (ahora lo sospecho) mis boletos al concierto de Soda Stereo en el estadio de la Autónoma.
En fin. Con más pesadumbre que indignación iré a revisar si mis sospechas son ciertas, pues dejé mis dos indefensos boletos de Ticket Master dentro del sobre publicitario. Situación inminentemente trágica cuando te vas y no regresas en casi un mes.
Ahora sí que ni llorar es bueno.
De hecho alcancé a hacer muy pocos ‘viajes’ de acarreo, tan sólo parte de mi ropa, discos, libros y enseres de aseo personal. Lo demás sigue en mi antigua habitación junto con algunos libros y papeles que van desde actas de nacimiento y estados de cuenta hasta mis recibos de nómina del trabajo.
Y he aquí el meollo del asunto, hace unos días cuando hice repaso mentalmente de las cosas importantes o de valor que había dejado en casa de mi madre, fui inmediatamente a recoger mi iPod y algunas otras cosas que logré hallar, porque obviamente todo estaba fuera de su lugar después de un (fatídico) reacomodo materno que envió directamente a la basura algunas facturas, recibos, tarjetas de presentación y diversos post it con anotaciones importantes para mí. Todo con el afán de dejar la habitación lista para recibir huéspedes.
Lo malo (pésimo, mejor dicho) es que mi madre tiene la asombrosa capacidad de convertir en basura todo aquello que llega a sus manos y que no tenga utilidad práctica para ella. Así, se han ido a la basura desde aparatos telefónicos en buen estado, hasta refacciones automotrices y (ahora lo sospecho) mis boletos al concierto de Soda Stereo en el estadio de la Autónoma.
En fin. Con más pesadumbre que indignación iré a revisar si mis sospechas son ciertas, pues dejé mis dos indefensos boletos de Ticket Master dentro del sobre publicitario. Situación inminentemente trágica cuando te vas y no regresas en casi un mes.
Ahora sí que ni llorar es bueno.
martes, 4 de septiembre de 2007
La vida y la verdadera felicidad
246 días transcurridos y 118 más por delante para que el año llegue a su fin. Hoy por lo pronto estamos situados en el casillero 247 y el segundero sigue avanzando…
Tal vez sea un buen momento para volver la vista atrás y ver qué tanto hemos cumplido con nuestros, ahora lejanos, propósitos de año nuevo.
Quizá tengamos aún la oportunidad de retomar lo incompleto, o tal vez dejar lo que estábamos haciendo para empezar todo otra vez, pero desde una nueva perspectiva. Dicen que nunca es tarde para enderezar el rumbo.
Por lo pronto el día se despliega ante nosotros, lleno de posibilidades para ser y hacer felices a los que nos rodean.
Y después de tanto discurso buena vibra chafa, estilo Carlos Cuauhtémoc Sánchez, seguiré con mis actividades diarias en lo que tengo oportunidad de ir a tomarme una chela feliz y fumarme un cigarro buena onda, para rematar un día pleno de felicidad…
Creo que me hace falta visitar uno de esos lugares donde se consume cerveza y se fuma a discreción mientras se platica muy sabroso. Tal vez el culmen de mi deseos y la felicidad momentánea me esperan detrás de la puerta del Red Pub…
Ya les platicaré.
Tal vez sea un buen momento para volver la vista atrás y ver qué tanto hemos cumplido con nuestros, ahora lejanos, propósitos de año nuevo.
Quizá tengamos aún la oportunidad de retomar lo incompleto, o tal vez dejar lo que estábamos haciendo para empezar todo otra vez, pero desde una nueva perspectiva. Dicen que nunca es tarde para enderezar el rumbo.
Por lo pronto el día se despliega ante nosotros, lleno de posibilidades para ser y hacer felices a los que nos rodean.
Y después de tanto discurso buena vibra chafa, estilo Carlos Cuauhtémoc Sánchez, seguiré con mis actividades diarias en lo que tengo oportunidad de ir a tomarme una chela feliz y fumarme un cigarro buena onda, para rematar un día pleno de felicidad…
Creo que me hace falta visitar uno de esos lugares donde se consume cerveza y se fuma a discreción mientras se platica muy sabroso. Tal vez el culmen de mi deseos y la felicidad momentánea me esperan detrás de la puerta del Red Pub…
Ya les platicaré.
lunes, 3 de septiembre de 2007
Después de casi 20 días
Después de casi 20 días de estar desconectado de casi todo, hoy, primer día de la semana y primer día hábil del mes, estoy finalmente de regreso.
Muchas cosas han cambiado en este tiempo, incluido obviamente mi estatus civil. Los cambios sucedidos a mi alrededor poco a poco empiezo a descubrirlos y a asimilarlos.
Por lo pronto los esfuerzos, las carreras y el nerviosismo de los últimos meses llegaron a su fin de la manera más satisfactoria.
Todavía resuenan en mis oídos las felicitaciones y buenos deseos, todavía recuerdo las sonrisas y los abrazos interminables, y la emoción y alegría de esos momentos me envuelven nuevamente.
Momentos únicos e irrepetibles que fueron más entrañables por la presencia de aquellos a quienes llevo cerca del corazón a pesar del tiempo y la distancia, y cuya compañía fue el mejor regalo.
Un agradecimiento especial merece la solidaridad mostrada para el arreglo del templo, a pesar de que las consecuencias etílicas nocturnas se hacían presentes bajo el sol sabatino. Qué decir de los esfuerzos invaluables para que el pastel pudiera ser compartido con todos los invitados.
Tantos detalles, tantas muestras de cariño… que no hay palabras suficientes para expresar mi gratitud y el orgullo de contar con verdaderos amigos.
Las fotos espero subirlas muy pronto, aunque también me gustaría recibir algunas de las que ustedes tomaron.
Desde aquí les mando un abrazo muy fuerte a todos.
Muchas cosas han cambiado en este tiempo, incluido obviamente mi estatus civil. Los cambios sucedidos a mi alrededor poco a poco empiezo a descubrirlos y a asimilarlos.
Por lo pronto los esfuerzos, las carreras y el nerviosismo de los últimos meses llegaron a su fin de la manera más satisfactoria.
Todavía resuenan en mis oídos las felicitaciones y buenos deseos, todavía recuerdo las sonrisas y los abrazos interminables, y la emoción y alegría de esos momentos me envuelven nuevamente.
Momentos únicos e irrepetibles que fueron más entrañables por la presencia de aquellos a quienes llevo cerca del corazón a pesar del tiempo y la distancia, y cuya compañía fue el mejor regalo.
Un agradecimiento especial merece la solidaridad mostrada para el arreglo del templo, a pesar de que las consecuencias etílicas nocturnas se hacían presentes bajo el sol sabatino. Qué decir de los esfuerzos invaluables para que el pastel pudiera ser compartido con todos los invitados.
Tantos detalles, tantas muestras de cariño… que no hay palabras suficientes para expresar mi gratitud y el orgullo de contar con verdaderos amigos.
Las fotos espero subirlas muy pronto, aunque también me gustaría recibir algunas de las que ustedes tomaron.
Desde aquí les mando un abrazo muy fuerte a todos.
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