Y así de pronto: dolor, mucho dolor de estómago. Las manos frías y con sensación de cosquilleo en la punta de los dedos. Debilidad, sudor frío, palidez… y mucho mucho dolor de estómago.
Durante una hora experimenté un terrible dolor intermitente en la boca del estómago, hasta que por fin llegó el médico y me consultó, pues yo no podía levantarme de donde estaba tirado. Una inyección después y el dolor empezó a desvanecerse.
“Nada de grasas, nada de irritantes, ni salsas por los próximos dos días. Puedes comer pollo e incluso carne roja, pero sin nada de grasa, a la parrilla…”
Por lo pronto me siento mejor, ya me tomé el medicamento recetado y por los próximos días cuidaré minuciosamente mi alimentación. Incluso la leche y el yogurt tendrán que ser “bajos en grasa”.
Lo bueno es que se acerca la hora de salida y podré irme a descansar a mi casa. Tengo que ponerme bien para el viernes, pues de acuerdo a lo planeado, Maruata será anfitrión de nuestro próximo fin de semana…
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1 comentario:
chale!!! ps dónde andas comiendo?? es terrrrrible, weno a mi no me ha pasado pero a mi santa madre sí y mira que se volteaba como calcetin, precisamente hace un par de dias me he tomado un tratamiento para las amibas quesque porque asi debe ser... en fin!! puras enfermedades, sho tengo una gripe espantosa pero me he tomado un té de flores y todo ha salido mejor, te mando muchos besos
te extrañooooo
(a susana tmb :(
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