jueves, 18 de octubre de 2007

Esta mañana

Y de repente, tu voz se hizo presente en mis oídos. En ese momento el mundo alrededor se perdió en la lejanía, mientras yo me transportaba atrás en el tiempo.

Tu rostro emergió luminoso de entre las olas del mar profundo y oscuro de los recuerdos: te veía a mi lado cantando a la par de Aretha Franklin…

El claxon del auto de atrás me regresó al presente. El CD seguía girando en el estéreo mientras el semáforo encendía su luz verde. Avancé rápidamente y me adentré en el tráfico.

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