viernes, 18 de enero de 2008

Billete

Recuerdo que cuando era pequeño me gustaba encontrar dinero tirado en la calle. En aquel tiempo lo común era encontrar monedas de 20 centavos, de aquellas que traían la efigie de Madero y funcionaban perfectamente para hablar por teléfono. Ya sé, ya llovió...

Bueno, el caso es que era la onda porque se suponía que era de buena suerte. Lo mejor de todo era cuando encontrabas una moneda de más valor o hasta un billete. Podías considerarte rico y comprar muchos dulces.

Con el tiempo las cosas cambiaron y después de las devaluaciones ya hasta me daba flojera levantar del suelo cualquier moneda menor a un peso. Incluso actualmente odio las monedas de 10 y de 20 centavos, que aparte de horribles sólo hacen bulto y no puedo comprar nada con ellas. Eso de andarlas juntando y después cambiarlas por pesos me da harta flojera.

El caso es que hoy me sucedió algo curioso. Hoy me encontré un billete de 50 pesos que iba muy triste rodando por la calle a merced del viento. Pero lo curioso no es eso, sino que iba manejando cuando lo ví.

Iba circulando por Juan Palomar y Arias rumbo a Naciones Unidas, justo después de cruzar las vías del tren y antes del tope, cuando de reojo lo vi rodar por el suelo. Yo creo que ni lo pensé, simplemente me orillé, me bajé del carro y me regresé por él. Todavía alcanzaron a pasar varios carros, pero sí, era un billete de 50 pesos que muy alegremente me embolsé. Ya después me dio risa que pudiera verlo y sobre todo mi reacción de detenerme a levantarlo. Creo que no hubiera hecho lo mismo por una moneda.

Eso me recordó un chiste, por cierto. Resulta que entra un regiomontano al baño y justo cuando terminó sus necesidades y al estarse abrochando el pantalón, se le cae un billete de 20 pesos al fondo de la taza. Sin querer dejarlo ahí, pero sin animarse a meter la mano, se busca rápidamente en el bolsillo y arroja un billete de 100 pesos. "Por 20 pesos no meto la mano ahí, pero por 120..." Saca sus dos billetes y se va muy contento.





"El Banco de México pagará a la vista del portador..."
Así decían antes los billetes, hasta hoy me fijé que la leyenda desapareció.


1 comentario:

Pillo dijo...

chale, yo nunca me he encontrado un billete rodando, una vez me encontré una cartera en Austria y la devolví al policia del museo, a los minutos llegó una morra llorando por ella...pero sabes que me gusta encontrarme? billetes que están olvidados en las bolsas de mis jeans o en mis sacos, cuando los saco me pongo rete felíz...ah si tambien me gusta encontrarte en el chat..jejejeje...